Los animales de razas grandes suelen sufrir más de las articulaciones debido al peso que soportan las mismas, desgastándose con mayor rapidez que los perros de razas pequeñas. Por lo tanto, la primera medida a tomar sería que el animal no engordara o, incluso, que bajara de peso. Su veterinario le podrá recomendar algún pienso que pueda ayudarle cuidando sus articulaciones e impidiendo que estos engorden.

Por otro lado, no olvide que hay determinadas razas que genéticamente están determinadas a presentar este problema como, por ejemplo, el pastor alemán con la displasia de cadera o, precisamente, el mastín. Recuerde que existen enemigos naturales de las articulaciones como, por ejemplo, la humedad o las corrientes. Evite que duerma a la intemperie, sobre todo en épocas de mal tiempo.

Además, le aconsejo que vaya su veterinario para que le hagan al animal un estudio exhaustivo del estado real y actual de las articulaciones y conocer el grado de degeneración que pudieran presentar ya que, aunque éste será irrecuperable, nos ayudará -aplicando nuevos fármacos existentes- a evitar el avance de la misma y, sobre todo, a proporcionarle una mejor calidad de vida.