La violencia es la conducta de ejercer un daño de forma intencionada sobre otro ser vivo y es aprendida. Actualmente, la única violencia permitida socialmente es la ejercida hacia los animales.

En los espectáculos y tradiciones españoles podemos encontrar un elevado grado de violencia hacia animales. Esto supone dos cosas; la primera es que se está transmitiendo el mensaje de que hay tipos de violencia que están justificados, lo cual es sumamente peligroso, sobre todo para los niños/as si interiorizan este concepto. Y por otro lado, se está enseñando que la violencia o el hecho de dañar y ver sufrir a otro ser vivo, el cual siente dolor y se encuentra desprotegido y vulnerable, es motivo de disfrute y obtención de placer.

Por lo tanto, este tipo de actividades crueles hace que los menores aprendan que: existen situaciones en las que la violencia está justificada y además es divertido. Este mensaje tiene consecuencias importantes a nivel social y a nivel individual ya que los/as niños/as entienden que se puede maltratar a un ser considerado «débil» y que en ocasiones es divertido ver y hacer sufrir a los demás. Si, por ejemplo, comparamos una corrida de toros con episodios de «bullying», observamos que en ambos hay un grupo de gente que se divierte agrediendo a otro ser, al cual consideran «inferior», por su aspecto físico la mayor parte de las veces. Existe un notable parecido€ La violencia se interrelaciona y generaliza a situaciones similares, expandiéndose de forma imparable si se le abre la puerta a nuestra sociedad. Decir a un/a niño/a que maltratar a un ser por diversión es lícito pero a otro no, es como si dejamos entrar un virus en nuestro cuerpo, pretendiendo controlar que sólo afecte a una parte de nuestro organismo.

Los valores sociales son primordiales a la hora de erradicar la violencia y con este tipo de «espectáculos» como la tauromaquia, los circos con animales, etc., lo que se está transmitiendo es: tenemos derecho a maltratar a seres más débiles, la violencia puede ser selectiva y es divertido ver sufrir. En lugar de transmitir la importancia del respeto, de la empatía y de la paz.