Donde el enfrentamiento se hace entendimiento. Llama la atención los conflictos dentro de la protección animal. Pero hay una figura que no levanta la voz y sigue con su labor haga frío o calor: las alimentadoras de gatos. Sin entrar en polémicas, ellas continúan ayudando en silencio, como pueden y con unos recursos escasos. En algunos municipios ya han dado un paso al frente para intentar protegerlas. Estas personas esperan a la noche para evitar problemas con los vecinos. ¿No habría que regular la situación? Desde el observatorio ciudadano queremos sumarnos para ayudarlas. Hablar con la comunidad de vecinos, sentarse, analizar los problemas y sobre todo ayudar a solucionarlos. Proponer charlas para las cuidadoras. Hay mucho desconocimiento y miedo por alimentar. Crear y legalizar su figura. Otorgarle una protección para que se las respete. Atajar el problema de la proliferación e iniciar una campaña seria de esterilización de colonias, bien organizada. Es fundamental saber convivir todos en el espacio común.