El reloj marcaba las 1.15 horas de la madrugada del viernes al sábado. La cena de Sonia Castedo con sus amigos de Facebook encaraba su recta final. En ese momento, tal y como estaba previsto, la alcaldesa de Alicante subió a la tarima. Y se hizo el silencio. En uno de los días más duros de su trayectoria al frente del Ayuntamiento, la primera edil se disponía a dirigir sus primeras palabras públicas tras filtrarse su declaración en el TSJ por el supuesto amaño del Plan General a favor del empresario Enrique Ortiz. Castedo no dio puntada sin hilo.