El marcador es engañoso. El Meridiano fue muy inferior al Estudiantes y únicamente la reacción lucentina (parcial de 14-2) en los últimos cinco minutos dio emoción al choque y permitió un final igualado. La victoria hubiera sido injusta, pero lo cierto es que el Meridiano hizo en el último cuarto todo lo que no se vio durante la mayor parte del encuentro e incluso pudo forzar la prórroga si los árbitros hubieran señalado una falta clara sobre Stojic en el último suspiro.

El conjunto lucentino mostró su cara más fea. Adoleció de dureza defensiva, no encontró el camino de la canasta y perdió balones absurdos fruto de la escasa concentración. Doellman lleva dos partidos irreconocible y Caner-Medley se dio un auténtico festín a su costa junto con todo el juego interior del Estudiantes, infinitamente superior al del Meridiano. Sólo Rancik hizo albergar esperanzas mientras que Andriuskevicius no acaba de ofrecer lo que se espera de él.

La pena es que el buen partido de Llompart (13 puntos y 8 asistencias) no lució. Acabó exhausto tras 34 minutos en la cancha. Heurtel sólo jugó cuatro minutos y se ganó tres broncas de Vidorreta. Dos partidos buenos seguidos eran demasiado para el base francés, que ayer actuó con el tobillo "tocado" tras su lesión del jueves.

El choque parecía finiquitado nada más comenzar el último cuarto. Dos triples consecutivos de Caner-Medley y otro de Ellis ponen el marcador en 49-61. Doellman rompe la racha pero otro triple de Clark coloca la máxima ventaja para el Estudiantes (51-64). A partir de ese momento, el Meridiano despierta y endosa a su rival un parcial de 14-2 a falta de 1'42 para el final que deja el encuentro en un puño (65-66). Un triple de Jasen desde la esquina acaba por sentenciar el choque aunque en el último segundo los árbitros no vieron una falta personal sobre Stojic que pudo servir para forzar la prórroga.

Pese al último tramo, el Meridiano fue siempre a remolque. Los malos porcentajes de Hasbrouck (1 de 6 en tiros de dos y 1 de 6 en triples) pesaron como una losa ante un Estudiantes que convertía en puntos cada balón que tocaba Caner-Medley y Asselin. Un poderoso juego interior frente a otro que hacía aguas por todas partes. Así, los puntos de Llompart en los primeros minutos sirvieron para que el conjunto estudiantil acabara el primer cuarto con una ventaja de cuatro puntos (17-21).

Los triples y la presencia de Rancik mantuvieron al conjunto lucentino en el segundo acto. Caner-Medley era pura eficacia aunque el Estudiantes no acababa de despegarse. El conjunto madrileño seguía a tiro y ello ya significaba un éxito tremendo habida cuenta de la espesura que existía tanto en defensa como en ataque. Así, al descanso se llegó con un apretado 36-37, sin duda lo más positivo de una primera parte de neto color estudiantil.

Desconexión

El Meridiano se desconectó del todo en el tercer cuarto. Los alicantinos estuvieron más de cinco minutos sin anotar y el conjunto de Luis Casimiro anota un parcial de 0-6. Pudo ser mucho peor si no lo remedia un inspirado Rancik, aunque un mate de Ellis coloca la máxima ventaja hasta ese momento (43-52).

De cualquier forma, el equipo de Vidorreta seguía agarrado al encuentro con canastas de Hasbrouck y Cazorla en los últimos instantes del cuarto. Los intentos del Meridiano por luchar por el partido no funcionaban. Sin dureza defensiva, el Estudiantes se sentía con absoluta comodidad en la pista. La reacción del conjunto lucentino en los últimos minutos del choque llegó tarde. La inercia ganadora correspondía al cuadro visitante y el equipo lucentino acabó muriendo en la orilla.