Todo jugó ayer en contra del Meridiano. Para empezar, Hasbrouck anunciaba a primera hora de la mañana a través de su twitter que no se había recuperado de su lesión para el choque ante el Cajasol. Serio contratiempo para un equipo que sigue sin cubrir la marcha de Erdogan. Con un perímetro tan endeble como el de ayer, las principales bazas deberían recaer en el juego interior, pero éste no apareció. Andriuskevicius fue un aliado más del Cajasol y Rancik apareció tarde y con escaso acierto. Pésimo día también para el rebote. Dominio insultante de los sevillanos, sobre todo en los dos primeros cuartos, que dejó al conjunto lucentino muy lejos de su mejor versión.

Mientras el Meridiano fallaba un ataque tras otro, Bullock hacía justo lo contrario con una nueva exhibición en el Centro de Tecnificación (6 de 8 en tiros de dos y 4 de 5 en triples). Tampoco tuvo suerte el equipo alicantino con uno de los peores arbitrajes de la temporada que a punto estuvo de desquiciar a Vidorreta.

Pese a todo, el Cajasol no pudo relajarse en ningún momento porque su rival no tiró nunca la toalla. La lucha no fue suficiente ante un rival con mucha calidad que llegó a Alicante con los exlucentinos Katelynas y Txemi Urtasun. El lituano fue una sombra de lo que era: 0 puntos en 15 minutos y prácticamente desapercibido en la pista. Por su parte, el navarro cuajó un partido infinitamente mejor que su hermano gemelo Álex (2 de 8 en tiros de campo).

Ya desde el principio, el Meridiano adolecía de la magia de los últimos partidos en el Centro de Tecnificación. Paul Davis causaba los primeros estragos en la pintura y el 7-14 no se hizo esperar. Los puntos de Stojic permitían al equipo alicantino tener controlado al Cajasol a pesar de las primeras diferencias en el rebote. Con 17-19 finalizó un primer cuarto de tanteo.

El verdadero atasco llegó en el siguiente acto. Una canasta de Rancik con tiro adicional fue la única aportación ofensiva del Meridiano en los primeros cinco minutos. El Cajasol disponía de numerosas oportunidades para anotar merced a su rebote ofensivo (9 al descanso). Bullock entraba en escena con fuerza para acompañar a un gran Kirksay y la ventaja para los sevillanos comenzó a rondar los 10 puntos. Satoransky anotó un triple al límite del descanso que dejó muy tocados a los locales (31-40). La diferencia en el rebote era abismal (11 del Meridiano por 23 del Cajasol). Lo único positivo en esos momentos era que el Granada y el Menorca (próximo rival) estaban perdiendo también.

Querer y no poder

El Meridiano salió con mayor concentración en el tercer cuarto y ello se tradujo en una mejoría notoria en el aspecto reboteador. Doellman aumentó su presencia en ataque y Vidorreta probó al unísono con Llompart y Heurtel en busca de una mayor soltura ofensiva. Los lucentinos llegaron a ponerse a cuatro puntos (42-46), pero enseguida Bullock alejó las esperanzas con dos triples consecutivos. Heurtel recortó diferencias pero el partido tenía neto color sevillano.

Los puntos de Rancik llegaron en los últimos diez minutos. La derrota lucentina era cuestión de tiempo. Bullock no aflojaba el pistón con elegantes canastas ante la mirada impotente del perímetro lucentino, lastrado por la ausencia de Hasbrouck. Un triple de Txemi Urtasun elevó la ventaja del Cajasol hasta los 12 puntos a falta de poco más de 5 minutos. El Meridiano quería evitar por todos los medios una derrota contundente por el temor a una posible secuela psicológica. El equipo siguió luchando aunque nuevamente volvió a ser castigado con un triple de Bullock que acabó aplaudido por la afición del Centro de Tecnificación.

Así, derrota justa del Meridiano que se vio favorecido por la derrota de todos los rivales directos. Tras el parón de la Copa del Rey, el conjunto alicantino afrontará un encuentro vital en la cancha del Menorca. El club acelera ahora la contratación de un escolta para dotar al perímetro de una contundencia que ayer no apareció por ningún lado.

Fueron demasiados contratiempos aunque el juego interior pudo hacer más. Andriuskevicius pudo hacer bastante más en muchos de los rebotes que acabaron en manos sevillanas y Rancik tiene potencial para aportar bastante más. El pívot eslovaco ha perdido efectividad en el tiro y el equipo echó en falta sus puntos. Tampoco el arbitraje estuvo a la altura con decisiones parciales a favor del Cajasol que acabó con la paciencia del Centro de Tecnificación. La afición dedicó más de una pitada al trío arbitral.