Desde los tiempos inmemoriales de Julio Lamas, el Centro de Tecnificación no vivía un ambiente como el de ayer. El Meridiano tocó la perfección y apabulló a un Caja Laboral plagado de estrellas que acabó rendido y humillado. Los alicantinos comienzan a poner distancia con los puestos de descenso y la mirada ya está en disposición de poder elevarse hacia puestos más ambiciosos. Soberano trabajo de Doellman y Hasbrouck y de todo un equipo que ni siquiera recuerda ya el nombre de Erdogan.

Delante no estaba el Granada, que ya tiene un pie en la LEB, sino el vigente campeón de la ACB entrenado por un Ivanovic que no permite el mínimo descuido a sus jugadores. A todo ese potencial fue capaz de bailar el Meridiano a base de lucha, orden, concentración, defensa, precisión y sensatez. Se agotan los adjetivos para describir la máquina que ha construido Txus Vidorreta. El equipo es ambicioso y ayer apretó al Caja Laboral hasta certificar una ventaja de 20 puntos en un Centro de Tecnificación que presenció uno de los mejores partidos de la historia del club.

No esperaba Ivanovic pedir su primer tiempo en Alicante a los cinco minutos de iniciar el encuentro. El parcial era de 17-7 tras los triples de Doellman, Stojic y Hasbrouck. La segunda personal de Barac le relega al banquillo pero entra Batista, que fue el mejor del Caja Laboral. El acierto lucentino era tremendo y sólo un parcial de 0-6 en los últimos compases del cuarto privó a los lucentinos de una ventaja mayor (23-19).

El verdadero vendaval llegó en el segundo cuarto. El Meridiano endosó un rotundo parcial de 16-0 a un rival que estuvo siete minutos sin anotar ni un solo punto. Cazorla dio el pistoletazo de salida a la exhibición y posteriormente Heurtel deja agonizando al Caja Laboral con seis puntos consecutivos de bella factura. Una asistencia de un buen Álex Urtasun sobre Rancik la culmina el pívot esloveno con personal incluida ante el delirio de la afición. Era el 39-19 en el marcador, un parcicial de 16-0 y todavía casi cinco minutos por jugar de un cuarto que perdurará en la memoria.

Un triple de Huertas taponó el derrame y un parcial de 2-9 sirvió para evitar que el Meridiano cayera en la relajación (41-28 al descanso).

Pero quién dijo relajación con Vidorreta en el banquillo. Impensable. El técnico mantuvo la exigencia hasta el límite. Era necesario porque el equipo de Vitoria intentó la remontada de la mano de Batista y San Emeterio. La defensa vasca se intensificó y la ventaja quedó reducida hasta los diez puntos tras un triple de Bjelic (49-39). De cualquier forma, el timón era propiedad del Meridiano y quien manejaba el destino del encuentro. A base de tiros libres, el equipo alicantino mantenía una renta de diez puntos que debería defender en el definitivo cuarto.

Exhibición de Doellman

Un triple de Logan da vida al Caja Laboral nada más arrancar el definitivo acto (61-54). La respuesta de Doellman llegó por la misma vía y con la misma velocidad dando paso a nuevos minutos de ensueño: Canasta de Stojic más personal, triple de Hasbrouck, mate de Andriuskevicius, puntos de Hasbrouck de nuevo tras robar un balón y nuevo triple de Doellman. Espectacular el Meridiano ante la mirada atónita de Ivanovic. El equipo grande era el equipo alicantino, capaz de endosar 27 puntos en el último cuarto al actual campeón de Liga.

De nuevo llegaron los 20 puntos de ventaja (79-59) a falta de cuatro minutos incluso aumentaron a 22 con un Heurtel deseoso de exhibir su talento. El ambiente en el Centro de Tecnificación era ensordecedor. El Meridiano tuteó al Caja Laboral y ya luce en la clasificación con una victoria de ventaja sobre la zona de descenso.