Óscar Quintana dejó claro ayer que no tiene intención de dejar el cargo pese a la unánime petición del público en el Centro de Tecnificación. "No me planteo abandonar", espetó el técnico del Meridiano tras ser preguntado por su intención después de cosechar la sexta derrota de la temporada. Sin embargo, el entrenador lucentino sí reconoció que "un técnico siempre puede temer por su puesto".

Con mayor seriedad que en otras ocasiones, Quintana apuntó a un "problema mental" las causas de la increíble derrota de su equipo después de tener el partido perfectamente controlado a falta de cinco minutos. El preparador lucentino no quiso comparar el partido de ayer con los disputados ante Fuenlabrada o Menorca pese a coincidir en su argumento y en su desenlace. "Las otras derrotas en casa fueron por circunstancias distintas", señaló Quintana.

El preparador del Meridiano negó que con el 62-49 a falta de cinco minutos viera el partido ganado y por ello sacara por primera vez a Urtasun. "Saco a los que considero mejores, no pensé que el partido estuviera ganado ya", quiso aclarar Quintana, que achaca a sus jugadores que no estuvieran "duros" en los momentos más importantes del partido.

El técnico señaló que "una de las claves fue el acierto del Manresa en el último cuarto con 8 de 9 en tiros de dos, bandejas, no podemos permitir esos tiros fáciles del rival mientras nosotros los fallamos".

Ponsarnau

Por su parte, Jaume Ponsarnau, técnico del Manresa, todavía no se creía que su equipo hubiera conseguido la victoria en el Centro de Tecnificación. "Hemos ganado en un partido que se ha decidido a cara o cruz", afirmó el entrenador, que reconoció que "en un momento del último cuarto le dije a mis jugadores que el partido estaba perdido, que nos dedicáremos por lo menos a jugar bien y mejorar en lo que pudiéramos".

El entrenador catalán señaló que "nos derrumbamos en el tercer cuarto, parecíamos que éramos de papel, pero luego mejoramos". "Esto nos va a dar confianza para los próximos partidos", añadió Ponsarnau, que ayer consiguió la primera victoria de la temporada. El Manresa fue capaz de sobreponerse a la lesión de Montáñez y a la eliminación de Gladyr.