El Meridiano fue fiel a su costumbre y cayó con estrépito en la pista del Caja Laboral donde recibió la segunda derrota más abultada de su historia. Los alicantinos salieron con sonrojo del Buesa Arena de Vitoria tras bajar los brazos cuando la cosas se empezaban a poner feas. Ni ataque, ni defensa ni ganas de jugar. El Meridiano dio una lección, en un partido que fue televisado, de cómo no se deben hacer la cosas ante un rival con un potencial bárbaro.

Sólo en los primeros diez minutos el conjunto de Quintana mantuvo la dignidad gracias a Erdogan y a un buen Doellman. Cuando el Caja Laboral defendió un punto más fuerte, el Meridiano comenzó a deambular por la pista, a hacer los jugadores la guerra por su cuenta y a dejarse bailar por un Caja Laboral sin piedad. Así, los parciales fueron incrementándose hasta llegar a los 47 puntos de diferencia (89-42) en el último cuarto en favor del equipo de Ivanovic.

Pedro Llompart jugó pese a sus molestias en el gemelo y Matías Ibarra gozó de escasos cinco minutos en los que no desentonó. De cualquier forma, con una actitud como la que demostró ayer el equipo, la presencia de Heurtel, que será baja por un mes, no hubiera resuelto muchos problemas.

Barac causó verdaderos estragos bajo el aro con 10 puntos en el primer cuarto. Nadie fue capaz de hacerle sombra en ningún momento al gigante del Caja Laboral. Andriuskevicius demostró que todavía tiene mucho que mejorar y Doellman es un buen jugador aunque le falta algo de intensidad en defensa. Los mejores momentos del Meridiano se diluyeron a la finalización del primer cuarto (20-17).

Ivanovic ordenó más defensa y el conjunto lucentino se convirtió en un mero espectador del choque. Lamentable respuesta de los alicantinos ante la lluvia de triples del Caja Laboral. La solución fue agachar la cabeza y esperar que el vendaval vitoriano frenase. Pero no fue así y el partido quedó visto para sentencia al descanso (48-26). Teletovic y Oleson castigan con dureza al Meridiano desde todas las posiciones mientras Sow, con más efectividad que elegancia, trataba de reanimar a los suyos base de potencia bajo el aro.

Sólo transcurrió un minuto del tercer cuarto y Quintana se vio obligado a pedir tiempo muerto para intentar poner freno al mayúsculo ridículo tras los triples de Huertas y Haislip. Stojic y Erdogan redujeron en siete puntos la diferencia.

Fueron las últimas señales de vida del Meridiano hasta el final del partido. Teletovic se exhibió al tiempo que Andriuskevicius no encontraba su sitio en el partido. El pívot lituano es vital para el futuro del equipo lucentino pero ayer, pese a ser el máximo reboteador, demostró estar lejos de su mejor estado. Con otro demoledor parcial de 25-10 se cerró el tercer cuarto. Sólo existía un equipo sobre el parquet y otro deseando volver a Alicante.

El definitivo acto mantuvo exactamente el mismo guión. Esta vez fue un espectacular triple de Logan el que abrió el marcador para continuar con buenos minutos de Bjelica, una de las nuevas incorporaciones del Caja Laboral. El Meridiano era una marioneta pese a los continuos gritos de Quintana para tratar de despertar a sus jugadores. Era en vano, la meta de los lucentinos era esperar que el cronómetro bajara a cero y emprender viaje de retorno a Alicante.

El equipo comienza la temporada como colista a la espera de una obligada y necesaria reacción el domingo ante el Fuenlabrada en el Centro de Tecnificación.

La de ayer fue la derrota más abultada de la historia del Meridiano sólo superada por la que el propio conjunto vitoriano le infligió en la temporada 2000-01, en su debut en la ACB (51 puntos de diferencia, 109-58).