¿Queda tiempo para salvar al visón en España? Diez medidas para lograrlo

El visón europeo (Mustela lutreola) está a un paso de la extinción. Es el mamífero más amenazado de Europa y una de las siete especies declaradas "en situación crítica" en 2018. En España quedan 142 ejemplares, con un rango de entre 130 y 157 individuos, según una estima hecha pública el pasado mes de marzo (pero con datos desde 2022), coordinada por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco). Esto significa, según los expertos, que la especie desaparecerá en menos de cinco años si no se actúa de forma urgente.

La situación de esta emblemática especie es dramática, pero los responsables de WWF están convencidos de que su recuperación aún es posible. Han solicitado la convocatoria del grupo de trabajo de coordinación entre el Ministerio y las comunidades autónomas y han propuesto una batería de diez medidas urgentes para evitar su extinción.

WWF sostiene que el único modo de salvar al visón europeo es "pasar a la acción de manera determinante con un plan a corto plazo", que aborde las distintas problemáticas a las que se enfrenta: la presencia del invasor visón americano, la falta de seguimiento adecuado de la especie, la destrucción de su hábitat, la desactualización del programa y la estrategia ideados en la primera década de este siglo y la desinformación social.

Esta especie es una gran desconocida para la sociedad, e incluso se le confunde mucho con el visón americano, principal causa de su extinción. "Cuando el visón americano no está, el europeo suele prosperar", destaca WWF.

Es un animal pequeño que vive cerca de los ríos y que se deja ver muy poco. Quizá por ello y por lo reducido de su población sea tan desconocido, pero es que es un indicador de la salud de los ríos. 

Cierre de las granjas peleteras

Las diez medidas urgentes propuestas son:

1. Implementar un plan de control del visón americano con recursos económicos suficientes para garantizar su eficacia.
2. Articular legalmente el cierre urgente y definitivo de las granjas peleteras de visón americano en España mediante la aprobación de un Real Decreto este mismo año.
3. Seguir adecuada, periódica y coordinadamente de la especie, mediante técnicas no invasivas, con una periodicidad bienal en toda su área de distribución.
4. Dotar de los recursos humanos y económicos necesarios al programa de centros de cría de alta capacidad.
5. Incorporar nuevos procedimientos que mejoren la eficacia de la reproducción en cautividad y las liberaciones, aumentando la tasa de supervivencia en el medio natural y favoreciendo el asentamiento y la reproducción de los visones liberados.
6. Creare un comité asesor de expertos en la especie que promueva el debate y aporte información de mayor calidad y que ayude a la posterior toma de decisiones por parte del Grupo de Trabajo de la especie.
7. Revisar y actualizar a Estrategia para la conservación del visón europeo en España, que ha quedado obsoleta. Debe contar con un marco lógico adecuado y poner en marcha un plan de acción integral a través de objetivos ‘SMART’ (específicos, medibles, alcanzables, realistas y de duración limitada) que abarquen toda la población.
8. Restaurar los ríos y humedales donde habita la especie con un enfoque integral, eliminando puntos negros de mortalidad, barreras físicas y ecológicas, recuperando los caudales ecológicos y la vegetación de ribera.
9. Desarrollar una campaña de sensibilización y comunicación para dar a conocer a la sociedad la importancia de conservar la especie y su hábitat, así como su situación y sus amenazas.
10. Realizar nuevos estudios científicos que permitan cubrir las lagunas de conocimiento existentes sobre la biología y ecología del visón europeo y su hábitat.

La "gran responsabilidad" de España

El propio Miteco ha reconocido que España ostenta una "gran responsabilidad" en la conservación de esta especie a nivel global, ya que sólo sobreviven tres subpoblaciones en el mundo, todas en Europa.

En concreto, pese a que el visón europeo estuvo presente en casi la totalidad de Europa hasta el siglo XIX, ya solo quedan ejemplares en el noroeste del continente (Rusia, en zonas muy limitadas y una población reintroducida en la isla de Hiiuma, en Estonia); en el Sureste (deltas del Danubio y del Dniéster, en Rumanía y Ucrania); y en Europa occidental (norte de España y suroccidente de Francia). Las tres subpoblaciones han sufrido una reducción del área de distribución superior al 95% desde mediados del siglo XIX.

El visón europeo cuenta desde 2005 con una Estrategia nacional de conservación y con un Programa de conservación ex situ desde 2008. Este último está proporcionando entre 20 y 30 crías anualmente, que se liberan en el medio para reforzar las poblaciones existentes.

El Ministerio y las comunidades autónomas cuentan en materia de cría en cautividad con la ayuda de centros como FIEB en Toledo, Sacha en Álava o Pont de Suert en Lérida. Pero, tras identificarse la necesidad de contar con un centro público de referencia con elevada capacidad, está en marcha su construcción en la Finca de Ribavellosa, en el municipio de Almarza de Cameros (La Rioja). Será gestionado por el organismo autónomo Parques Nacionales.

La inversión prevista asciende a 1,7 millones y el Ministerio espera que su finalización y puesta en servicio, previstas para este año, suponga "un nuevo e importante impulso a este aspecto de la conservación de la especie".

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Contacto de la sección de Medio Ambiente: crisisclimatica@prensaiberica.es