El Hospital de Dénia ha solicitado a la Conselleria de Sanidad cuatro años de datos para investigar si hay base en las sospechas de que la utilización de un analgésico común en España, el metamizol, podría tener consecuencias fatales en pacientes ingleses o de origen escandinavo por una «particularidad genética».

Los responsables del Servicio de Medicina Preventiva del área de salud de la Marina Alta y del área de Farmacia son los que han puesto en marcha este análisis de datos. El objetivo es ver si las estadísticas dan la razón a la alerta lanzada y por la que, por ahora, se ha desaconsejado a los médicos del área de salud alicantina tratar con este fármaco a pacientes ingleses o de procedencia nórdica.

Para ello los profesionales han solicitado información a la Dirección General de Farmacia, dependiente de la Conselleria de Sanidad, para confrontarlos con las historias médicas de los pacientes tratados en el área de salud durante los últimos cuatro años.

Del cotejo de datos, los profesionales esperan obtener conclusiones sobre si hay diferencias en la respuesta de los pacientes españoles o ingleses al medicamento y si efectos adversos como la agranulocitosis -una bajada brusca de los glóbulos blancos en sangre que es mortal en el 30 % de los casos- se da más en estos últimos.

La alerta la lanzaron hace dos semanas en el área de salud de Dénia a través de una notificación interna a los profesionales del hospital y de Atención Primaria desaconsejando que se utilizara el medicamento en estos pacientes ya que podía existir un mayor riesgo de efectos negativos.

Esta patología, mortal en tres de cada diez casos, está calificada como de efecto secundario «muy raro» en los prospectos con los que se comercializa el metamizol en España ya que puede afectar «hasta uno de cada 10.000 pacientes». La tasa se elevaría, sin embargo, en estos colectivos extranjeros. Otros efectos adversos de tomar este fármaco catalogados como «muy raros» son la inflamación del riñón, la bajada de plaquetas en sangre, reacciones cutáneas con ampollas o una bajada drástica de la presión arterial.

Otros riesgos mortales del fármaco son sepsis, una infección generalizada que también puede ser mortal o incluso choque anafiláctico, una reacción alérgica grave que también tiene desenlace fatal. En ambos casos, sin embargo, no existen datos sobre la frecuencia de casos ya que «no puede estimarse a partir de los datos disponibles», advierten los laboratorios en los prospectos.

Tema recurrente

La colonia de expatriados europeos en la comarca de la Marina es muy abundante y las complicaciones que la utilización de este fármaco podía llevar aparejados ya era un tema recurrente en municipios con grandes índices de población extranjera. De hecho, medios ingleses y españoles de habla inglesa se habían hecho eco de la polémica que hay en Reino Unido por la posible relación de este medicamento con casos de muertes repentinas de expatriados tratados en España.