La monarquía está de capa caída en las fiestas patronales. Las celebraciones avanzan hacía la igualdad real al tiempo que rompen con la realeza.

El último pueblo en abolir el cargo de Reina de las Fiestas es Gata de Gorgos. Todos los grupos consensuaron y aprobaron en el último pleno una moción para promover unas fiestas «inclusivas» e «igualitarias». Consideraron que la figura de Reina convertía a la joven coronada en el acto que abre las fiestas del Santíssim Crist (se celebran a finales de julio y principios de agosto) en un «objeto para ser admirado».

El acuerdo incidía en que el último 8 de marzo, Día de la Mujer, en el que las multitudinarias manifestaciones constataron la fuerza de la reivindicación de la igualdad real entre hombres y mujeres, marca «un antes y después». Y las fiestas no pueden quedarse al margen.

El sistema de elección de la Reina en Gata se instauró hace ya casi medio siglo. Las candidatas, chicas de 18 años, se someten a un sufragio popular. Todos los asistentes al acto, cerca de mil, emiten su voto. Y triunfa la joven más guapa, simpática, carismática y (esto sucedía más antes) de mejor familia. Esos criterios se han quedado pelín anacrónicos.

Compromís, que gobierna en minoría, planteó el debate. Y todos los grupos, incluido el PP, coincidieron en que había que impulsar «cambios inclusivos que sumen a los hombres a la fiesta» y que acaben con los estereotipos de género y con la «cosificación» de la mujer.

El Ayuntamiento consensuará con los quintos y la comisión de fiestas un nuevo sistema de elección que no discrimine. No significa que ahora se pueda elegir a Reyes de la Fiesta. La fórmula «igualitaria» pasa por borrar el sesgo de género y monárquico. Ni reyes ni reinas. Los protagonistas serán «representantes», que es una palabra que evoca más a la democracia. Y se optará por una pareja.

JuGa, marca local de Podemos, incidió mucho en que esa pareja de representantes de la fiesta del Santíssim Crist debe reflejar la «diversidad de género y la identidad sexual» de la sociedad actual. Por tanto, podrá ser una pareja heterosexual u homosexual, una pareja también de familiares (primos, por ejemplo), de amigos y residentes en Gata (sí, en plan «Un, dos, tres»)... El Santíssim Crist se libera de coronas, de reinas y de cortes.