La "cremà" se abrió anoche camino en Dénia en una noche desabrida, pero en la que la lluvia dio una tregua. Las precipitaciones de la tarde pararon justo a la hora en la que había que prender fuego al primer monumento infantil. La "cremà" de los monumentos infantiles se desarrolló, de hecho, con normalidad y relativa puntualidad. Eso sí, la noche desapacible redujo el número de público. La meteorología, con ratos de viento, de lluvia y frío y también de sol, fue una montaña rusa en las Fallas que ayer acabaron.