De repente, las fachadas del barrio de Baix la Mar, en concreto de la explanada del Raset, han visto la luz. Hasta se aprecia ese elemento patrimonial tan característico de estas preciosas casas, los matamares (inclinaciones en los muros para romper las olas). La ordenanza aprobada recientemente obliga a desmantelar antes del 1 de marzo los antiguos cerramientos, que privatizaban un espacio urbano de gran atractivo. Ahora, al desmontarse las primeras estructuras, se observa la belleza de esta primera línea del barrio marinero de Baix la Mar. Eso sí, ya se han empezado a colocar los nuevos cerramientos, homogéneos y más ligeros. Las fachadas se verán mejor. Pero este espacio, libre totalmente de cerramientos, es una gozada. Dénia mejora su estética urbana.