Los autobuses entran. Después de que al Ayuntamiento de Dénia le haya tocado apoquinar 25.740 euros de sobrecoste por las obras de la nueva estación de autobuses, que la Generalitat adjudicó por 257.398 euros (son fondos del Plan Confianza), ya sólo faltaba un nuevo fiasco. El gobierno de Dénia (PSPV y Compromís) realizó ayer, justo después del pleno en el que se aprobó el pago del citado sobrecoste, las pruebas de accesibilidad. Eligió el autocar más grande de las flotas que operan en Dénia. Es de la compañía Alsa. Y entró, estacionó e hizo marcha atrás y salió sin problemas.

La nueva estación de la calle José Moncho Ferrer no es la más holgada del mundo, pero los autobuses entran y salen.

En el pleno, el gobierno local se quedó sin un apoyo que es habitual, el de Podemos. Los dos ediles de esta formación votaron en contra de aprobar el sobrecoste. Y pidieron que se cree una comisión especial para vigilar que los contratos se cumplen sin desviaciones. Estos concejales reclamaron que se acabe con esa práctica que algunas empresas utilizan reiteradamente de pujar a la baja por las obras y luego, durante su ejecución, cargarles un sobrecoste. El PP también votó en contra, mientras que Ciudadanos y Gent de Dénia-Centre Unificat se abstuvieron. La nueva estación no es para toda la vida. Se construye provisional. La definitiva será intermodal, ya que allí también llegará (cuando llegue) el Tren de la Costa.