«Lola empezó a arañar la puerta del dormitorio. Me despertó y, cuando fui a abrirle, vi que el salón estaba repleto de humo negro». Tania, una joven de 22 años de XàbiaXàbia, no tiene ninguna duda de que la pasada madrugada su perra le salvó la vida a ella y a su compañero, de 27 años. «Nos ha salvado, seguro. Si no nos avisa, el incendio hubiera ido a más», afirma.

Esta joven vive en la casa de su familia en el Primer Muntanyar de Xàbia (avenida Mediterráneo). En la planta baja, está el restaurante la Masía de la Sal, que gestiona la familia y que ahora, en invierno, está cerrado, y en el primer piso se halla la vivienda. La pasada madrugada, alrededor de las 6 horas, se inició un incendio en el salón. Tania y su pareja dormían a pierna suelta. El foco del fuego fue el televisor. Empezó a generarse mucho humo negro y tóxico. Por suerte, Lola, una perra de 8 años, duerme en el salón y en seguida advirtió que sus dueños corrían peligro.

«Otras noches también rasca la puerta porque quiere entrar conmigo. Le abro y la dejo pasar. Menos mal que esta madrugada también lo ha hecho», insistió Tania.

Los jóvenes pudieron llamar a toda prisa a la policía local y a los bomberos, que sofocaron con rapidez las llamas. Con todo, el humo ha ennegrecido las paredes. «Tenemos todas las ventanas abiertas para que se ventile. Todo quedó en un pequeño incendio y fue así gracias a que Lola nos avisó».

La joven ya tenía claro cómo recompensar a su mascota. «Cuando he visto de la que nos ha librado, he pensado: ´Por Dios, Lola, para esta noche te compro un buen chuletón´».

Tania explicó que esta perra es muy fiel y, con el tiempo, se ha ido volviendo más tranquila. La madre de la joven se la quedó nada más nacer. Era el único cachorro de una camada que se había quedado sin dueño y lo iban a sacrificar. Esta familia lo adoptó. «Es un pastor alemán pero también tiene algo de pastor belga y de lobo. Ya ves que ladra mucho, pero no es agresiva», precisó su dueña.

Tania explicó que en un incendio ocurrido hace unos días en la calle Río Mundo de Xàbia (ardió un coche y se prendió el seto de un chalé) también un perro despertó a sus dueños en plena noche. «La chica es amiga mía. Acababan de adoptar un perro. Empezó el incendio y fue a la habitación donde duerme la madre de mi amiga y empezó a lamerle la cara. La despertó y, cuando salió a la calle, vio que el coche estaba en llamas», relató esta joven.