Los antiguos aperos de labranza de la Marina Alta acaban en la basura. Esta mañana, en unos contenedores de residuos de la zona costera de Benissa, ha aparecido un viejo yugo de un arado. Es una pieza significativa del patrimonio agrícola. Pero nadie la quiere. Sus hasta ahora dueños la han tirado a la basura.

El chatarrero que buscaba residuos de metal para luego venderlos tampoco lo ha recogido. No ha visto la forma de sacarse nada con este antiguo yugo de madera, que, además, está carcomido y deteriorado. Mantiene las cadenas y tiras de cuero con los que se uncía al animal.