El temporal, que ayer dio sus últimos coletazos, sacó a mediodía a la playa de la Cala Blanca de Xàbia un tiburón muerto de metro y medio de longitud y que presentaba una gran herida en uno de sus costados. Por su morfología, parecía un tiburón peregrino, pero debía de ser un ejemplar muy joven, ya que estos escualos pueden llegar a medir 12 metros.

La empresa de la limpieza de Xàbia se llevó el cadáver, que no estaba todavía en descomposición. Sin embargo, sí se apreciaba que había estado a merced de las olas, ya que presentaba marcas de los golpes contra las rocas.

El temporal del fin de semana también arrastró el domingo un delfín mular muerto, de unos dos metros, a la playa del Arenal, también en Xàbia. Sí que era un ejemplar adulto, pero estaba muy descompuesto. Hasta poder retirarlo, se tapó con unos plásticos para evitar que las numerosas personas que acudían a admirar el temporal se toparan con el cadáver putrefacto del delfín.