El reasfaltado que se ha realizado en la N-332 en la marina alta ha dejado muchos tramos de arcén sucios y repletos de gravilla. Que los arcenes están impracticables pone en riesgo la seguridad de los ciclistas, que se ven obligados a pedalear por fuera de esta franja que les da un mínimo de seguridad. Hay tramos en los que el peligro salta a la vista. En la Garganta de Gata, en el punto en el que la carretera pasa por debajo de un puente del «trenet», el arcén es muy estrecho y, tras el reasfaltado, está, como se observa en la imagen, cubierto de gravilla.