Un trozo de la historia de Xàbia se fue a parar al País Vasco. Allí un anticuario guardaba un legajo de 1629 que describe con minuciosidad varios aspectos de la vigilancia del litoral de Xàbia en el siglo XVII, cuando eran frecuentes las razias de los piratas berberiscos. La Fundació Cirne ha adquirido ese documento inédito. Lo presentó ayer. Sus 36 páginas están apergaminadas. Es un manuscrito de preciosa caligrafía (también a ratos ilegible) que lleva por título «lista de la gente de a pie que sirve en las torres del distrito de Xabea».

Las primeras anotaciones son del 1 de septiembre de 1629. Quien custodiaba estos papeles fue apuntando el nombre y la descripción de los vigilantes que formaban las guarniciones de las seis torres y fortificaciones que entonces existían en el litoral. Durante 20 años, consignó los nombres de los vigilantes y su procedencia.

El secretario de la Fundació Cirne, Antoni Espinós, explicó ayer que, tras la expulsión de los moriscos en 1609, la población de la costa de la Marina Alta vivía «aterrorizada» por los ataques piráticos. También temían una invasión de los habitantes del norte de África. «Xàbia tiene una costa escarpada y difícil de controlar», precisó Espinós.

De ahí que se alzaran seis torres y fortificaciones que dominaban todo el litoral. En el legajo, se citan la torre de San Antón (el cabo de Sant Antoni), la de la Mesquida (el actual puerto), el castillo de Sant Martí (estaba en el extremo sur de la playa del Arenal), la torre del Cap Prim, la del Descubridor (es la del Portitxol, que se construyó en 1424) y la de la Branca (la de Ambolo). Sólo estas dos últimas siguen hoy en pie, pero son privadas y, aunque están declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), no se pueden visitar.

El presidente de Cirne, Enric Martínez, recalcó ayer que la fundación pone el legajo a disposición de los historiadores e investigadores. Lo primero, indicó, es hacer un estudio paleográfico (transcribir todo el documento).

Muchos de los vigilantes citados eran repobladores llegados de Ibiza a la Marina Alta. Tras la expulsión de los moriscos, los mallorquines llenaron el vacío demográfico. En el legajo se indica que el requeridor del distrito de Xàbia (una suerte de alcalde) era entonces Juan Bas. Y el cargo de más postín de veedor de la costa del Reino de València lo ocupaba Francisco Carroz, conde de Sirac y caballero de Alcántara.

Memoria gráfica: Las colonias escolares de la República en Xàbia

Las colonias escolares nacieron de la renovación educativa de la Segunda República y de las nuevas ideas higienistas de médicos como Chabàs, Peset o el xabienc Rafael Bover. A Xàbia, llegaron muchos niños y jóvenes que tomaban baños de sol y de mar y hacían gimnasia. La Fundació Cirne ha recuperado ahora doce fotografías de aquellas colonias escolares.