El equipo de gobierno de Benissa (Reiniciem, PSPV y Compromís) sopló ayer las velas. El gobierno del cambio cumplió un año. Hizo balance. Y lo primero fue describir la radiografía de un ayuntamiento que había estado 18 años bajo el mando del PP. «Lo que encontramos fue un desastre. Lo único en lo que se emplearon a fondo fue en los recortes. Se nota que son hijos de Montoro», afirmó ayer el portavoz municipal, Manuel Juan, del PSPV. «Sí, tenemos 11 millones en los bancos, pero la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Públicas nos impide emplearlos en las necesidades que tiene este pueblo», advirtió el concejal de Servicios, Xavi Tro, de Compromís. «El PP le dio la espalda al personal municipal. Los trabajadores llevan más de 15 años con los sueldos congelados», apuntó el alcalde, Abel Cardona.

El munícipe subrayó que es «una prioridad» aprobar la Valoración de Puestos de Trabajo (VPT) y poner al día la plantilla municipal. Aseguró que «el 95 % de los trabajadores cobra por debajo de lo que les toca por ley». Actualizar los sueldos supondrá aumentar en 500.000 euros el capítulo de personal. Y se hace imprescindible que el gobierno local logre aprobar su primer presupuesto (tiene prorrogado el de 2016), pero el PP y el concejal no adscrito Isidor Mollá, quien con su voto hizo posible el cambio de gobierno, son huesos duros de roer.

El alcalde afirmó que encontraron una plantilla «totalmente dejada de lado, infravalorada, silenciada y explotada». «El PP ha explotado a los trabajadores de este ayuntamiento», remarcó.

El alcalde reveló que, nada más entrar, los empleados de la oficina técnica municipal les pidieron algo tan básico como «tener luz» y que les cambiaran pantallas de ordenador que tenían 15 años.

El gobierno local recalcó que ha reforzado el departamento de servicios sociales y ha integrado a la población extranjera. «La gente que ha venido de otros continentes es tan de aquí como los que tienen los ocho apellidos beniseros», dijo Cardona, quien también destacó que Benissa va ahora de la mano de la comarca en las reivindicaciones sanitarias y de infraestructuras (el tren).

Otra prioridad para el gobierno local es sacar adelante esta legislatura el nuevo PGOU. Está en vigor el desfasado de 1982.