La estación de Calp del trenet de la Marina (la línea 9 del Tram) está en la falda de la Serra d´Oltà, un pelín a trasmano del núcleo urbano. Pero lo peor no es darse la caminata. Los usuarios del tren deben cruzar la transitada N-332. Y no hay ni un paso de peatones. Es mirar a uno y otro lado y echar a correr. Las situaciones de peligro se repiten cada día. Hay servicio de autobús para ir del pueblo a la estación. Pero muchos vecinos se cansan de esperar. Y tampoco les viene bien pagar el 1,45 euros que cuesta el billete.

Una vecina, cansada de jugarse la vida al cruzar la N-332 y de ver cómo también lo hacen otros usuarios del trenet, ha tomado fotografías y grabado un video en el que explica la peripecia de atravesar la carretera nacional. «Camiones, autobuses y coches y más coches... y ahora ¿quién es el guapo que se atreve a cruzar la carretera?», narra en el vídeo.

Esta vecina afirma que se ha decidido a tomar las imágenes para que quienes no utilizan el tren se convenzan del riesgo de pasar de un lado a otro de esta carretera. «No hay pasos de peatones, ni semáforos, ni nada de nada», subraya.

El peligro en este tramo de la N-332 es de sobra conocido por el Ayuntamiento de Calp y el Ministerio de Fomento. De hecho, hay un proyecto para construir una pasarela sobre la carretera y crear aceras. El consistorio cedió al Estado hace dos años los 5.176 metros de suelo necesarios para levantar la pasarela peatonal, que incluso incorporaba un ascensor para facilitar la accesibilidad de las personas con movilidad reducida. Y Fomento aprobó esta obra en abril de 2016.

Pero la pasarela se hace de rogar y, mientras, los vecinos se la juegan a diario. Al cruzar y en los estrechos arcenes.