«El mar manda», dijo ayer un marinero de Dénia que trabajaba a bordo de su pesquero, amarrado a puerto. El temporal se desató en el peor momento posible. La pesca de la Marina Alta vive ahora su temporada alta. En víspera de los banquetes de Nochebuena y Navidad la gamba roja y la cigala se disparan. El pasado año, el kilo de gamba roja de primera alcanzó en la subasta los 125 euros. Pero ayer el mar no estaba para bromas. En Xàbia salieron a faenar solo dos barcas. En Calp sí trabajaron 9 embarcaciones. En Dénia los barcos de cerco zarparon, pero volvieron en seguida a puerto. Mientras, los de arrastre, que son los que van a la gamba, no se movieron del muelle.

Las tripulaciones que se hicieron a la mar vivieron una jornada de perros. No era el temporal del siglo, pero el mar estaba muy picado y el oleaje fue ganando intensidad a medida que avanzaba la mañana.

El temporal ha trastocado la campaña de Navidad de la gamba roja. Hoy se mantiene la alerta por fuerte oleaje. Amainará el jueves y el viernes. Por tanto, todavía quedan dos días para vender a buen precio el marisco.

El temporal causó los daños de siempre en las playas. Se tragó arena y grava. Pero nada del otro jueves. La playa de les Deveses de Dénia aguanta a duras penas tras la reciente regeneración con arena extraida del puerto. En el Blay Beach, las olas sí golpean directamente contra los muros de las parcelas de primera línea. Hay un tramo de muro en el que el mar ha abierto un gran boquete.

Donde también atizaba el temporal con fuerza era en la playa del Tangó de Xàbia. El temporal de enero del pasado año quebró aquí un pequeño mirador y el arranque de la escollera de Levante del puerto. La dirección general de Puertos, once meses después, todavía no se ha puesto manos a la obra. Las olas seguían ayer socavando esta castigada infraestructura portuaria.