Los cerdos vietnamitas se han convertido en plaga en el Saladar de Xàbia, pero los desalmados también abundan. A una cerdita de tres meses que caminaba arrastrando lastimosamente las patas traseras le han encontrado alojado entre dos vértebras de la columna un perdigón disparado con una escopeta de aire comprimido. Danielle, una de las residentes que está trabajando para encontrar un hogar a estos animales y acabar con la plaga, ha llevado al veterinario a esta cría y allí le han hecho radiografías y han comprobado que le habían disparado un perdigonazo. La cerdita, que Danielle ha bautizado con el nombre de Montgó, ha sido trasladada a una clínica veterinaria de Galicia para que la operen y extraigan el proyectil. La operación cuesta entre 400 y mil euros.

Mientras, Danielle insiste en que quienes le llevan comida a los cerdos deben dejarla dentro del contenedor colocado en el Saladar para ir atrapándolos. De momento, han conseguido capturar a unos 15. Los llevan a hogares de acogida y santuarios de animales.

Los puercos vietnamitas han proliferado en el Saladar de Xàbia, donde viven asilvestrados. Mientras Danielle y otros residentes velan por el bienestar de estos cerdos, otros vecinos sacan su lado más cruel e incluso los hostigan, maltratan y disparan.