La Guardia Civil interceptó ayer a un conductor tras una espectacular persecución por la N-332 que comenzó en Altea y se prolongó durante 20 kilómetros. Los agentes siguieron de cerca en vehículos sin dispositivos y otros con las sirenas al vehículo hasta Benissa, donde la Benemérita había montado un control en la travesía urbana de la N-332. El conductor lo esquivó. Se metió por las estrechas calles de Benissa y, a pocos metros del cuartel de la Benemérita, los agentes lo bloquearon. Numerosos vecinos asistieron asombrados al arresto.