La gran entrada de moros y cristianos del 40 aniversario no defraudó. Calp volvió a vibrar con uno de los actos más emblemáticos de sus fiestas, el desfile de las tropas moras y cristianas que recorre la principal avenida del municipio, la avenida Gabriel Miró, hasta llegar a la playa del Arenal. Un evento que, junto a miles de vecinos, atrae a numerosos visitantes y turistas admirados por la espectacularidad y singularidad del desfile calpino.

Para los cargos más representativos, la capitanía cristiana, encabezada por Francisco Penella y su Primera Dama, Angela Pineda, de la Filà Contrabandistas, y la capitanía Mora, con su capitán Aarón Garcia, y su Favorita, Miranda Ferrer, de la Filà Tuareg, supone la culminación de todos un año de esfuerzo y trabajo. Ballets, animales, música y fuego caracterizaron los boatos de las capitanías que hicieron estremecer al público.

Como marca la tradición , el desfile se inicia con la abanderada de la entidad que organiza los festejos, la Associació de Moros i Cristians Santíssim Crist de la Suor, María del Mar Ribes Ivars, de la Filà Mascarats.

Tras ella, se inició el desfile de las tropas de la Cruz, abriendo esta parte de la entrada el alférez infantil Cristiano, Marcos Lozano García, de la Filà Mossàrabs d' Ifac que llegó en una gran carroza. Después el bando cristiano desplegó todo su esplendor al paso de las marchas cristianas y cada uno con vistosos trajes que caracterizan la singularidad de cada filà. Así desfilaron la Filà Almogàvars, Cavallers Templaris, Marins Corsaris, y Mossàrabs d`Ifac.

A partir de aquí arrancó la capitanía cristiana, ostentada por la Filà Contrabandistas, un despliegue de color , fuego y música que culminó con la llegada del Capitán y la Primera Dama, Francisco Penella y Ángela Pineda. Ambos llegaron acompañados por la música del maestro Fernando Penella, el que fuera compositor del Himno de la Associació y de algunos de los pasodobles y marchas más conocidas, y que era abuelo del hoy capitán.

El turno de la entrada de las tropas sarracenas llegó anunciado por llegada del alférez infantil moro, Gorka Xamaní Ivars de la Filà Berberiscos. Con él la avenida Gabriel Miró empezó a inundarse de los colores y olores de oriente. Y así se inició el paso de las tropas del Media Luna, con la fastuosidad y fantasía que las caracteriza. La entrada mora la inició la Filà Moriscos, y tras ellos le siguieron Mascarats, Almorávides, Califach y Berberiscos. Las filaes moras tampoco defraudaron en un derroche de color y de exotismo en sus trajes.

Y así hasta la llegada de la capitanía mora ostentada por la Filà Tuareg, con el espectacular boato moro que llegó a su clímax con la aparición del capitán Moro Aarón García y su favorita, Miranda Ferrer. Como marca la tradición cerró el gran desfile la Unión Musical de Calp.