Las nuevas familias rompen estereotipos. Ese es el mensaje que quiere transmitir Tutty, un juego de cartas que pone sobre la mesa (nunca mejor dicho) la diversidad familiar y que combate los prejuicios de género y las ideas preconcebidas.

«Tutty promueve el respeto a la diversidad afectiva, sexual y familiar y lo hace jugando», explica Carmen Ivars, una de las impulsoras del proyecto. «Queremos que los niños y niñas aprendan que las relaciones familiares se fundan en el afecto, el cuidado y el respeto», añade Teresa de la Cruz. Ambas forman parte de La Naturadora, que ha desarrollado el juego junto a Eltakataka, el sociólogo y coeducador Juan Lillo Simón y la ilustradora Amelia Celaya.

El juego surge en la Marina Alta. Consta de 38 cartas que permiten visibilizar los nuevos modelos de convivencia.