El gobierno de Dénia (PSPV y Compromís) quiere despejar de aparatosos cerramientos su fachada marítima y recuperar espacio para los peatones. Llevará al pleno de la próxima semana una modificación de la ordenanza de ocupación de la vía pública. Es para poner orden en las terrazas de una veintena de restaurantes del Raset, Bellavista, les Drassanes y la explanada Cervantes. En los últimos años, los hosteleros han montado allí estructuras que cierran por completo tramos de este paseo público.

La concejala de Territorio, Maria Josep Ripoll, explicó ayer que el objetivo es lograr «una imagen más homogénea y moderna» de la fachada marítima y recuperar el paisaje urbano del barrio marinero, en el que destacan elementos de tanto valor como los matamares (inclinaciones en los muros de las casas para romper las olas).

La ordenanza define con precisión cómo serán las nuevas terrazas. Y los empresarios deben desmontar los actuales cerramientos y adaptarse al nuevo modelo antes del 1 de marzo. En la explanada Cervantes, sólo se permitirán las sombrillas. En el resto de la fachada marítima, los hosteleros podrán instalar pérgolas, que serán de color blanco, y delimitar las terrazas con maceteros. Deben dejar respecto a la fachada de las casas una distancia de tres metros. La futura fachada marítima ya se vislumbra en una recreación difundida ayer de las pérgolas. El cambio salta a la vista.