Las grandes obras pronto se desligan de sus creadores y pasan a pertenecer al público. La Muralla Roja, el laberíntico y utópico edificio de apartamentos concebido por Ricardo Bofill a principios de los 70 (asemeja una kasbah), es un icono del mundo virtual. Triunfa en las redes. Es, de hecho, el edificio más fotografiado de España en Instagram. También sirve de escenario para numerosas campañas de publicidad. Y ahora, por si su fama fuera poca, da el salto a los videojuegos. El estudio Ustwo se ha inspirado en la Muralla Roja para crear la segunda entrega de su exitoso juego Monument Valley, lanzado en 2014 y que se descargó en 10 millones de dispositivos móviles, sobre todo en Estados Unidos, China, Gran Bretaña y Alemania.

Va de pasar pantallas de arquitecturas oníricas y que funcionan como puzles. La protagonista es la princesa Ida.

La segunda entrega, el Monument Valley 2, recrea la arquitectura irreal de la Muralla Roja. Los desarrolladores no podían encontrar un edificio que encarnase mejor ese universo geométrico y, al tiempo, misterioso de su videojuego.

Estudiada en las facultades de arquitectura, la Muralla Roja es un hito de la arquitectura moderna. Bofill le dio un aire de utopia socializante (disuelve los espacios públicos y privados). Pero ahora pertenece a la publicidad y a las redes sociales.