Operarios de la empresa municipal Benissa Impuls han desinfectado esta mañana con cloro y agua a presión la perrera que comparten Benissa y Teulada y que gestiona la protectora Akira. La instalación estaba en cuarentena desde el jueves cuando murió un cachorro de parvovirosis. Los trabajadores han repasado a fondo todas las jaulas. Llevaban incluso mascarillas dado que los gases que emana el cloro son tóxicos.

Mientras, numerosos voluntarios han acudido a ocuparse y bañar a los 50 perros de este refugio. Los han bañado con un champú especial que previene contagios.

Esta perrera cuenta con dos alturas. La superior se aisló ya que allí estaban los canes que podían haber tenido contacto con el cachorro que desarrolló el virus del parvo. Doce perros están en tratamiento con vitaminas y líquidos.