El nuevo Plan General de Xàbia, ahora en exposición pública, abre avenidas allí donde hay caminos de toda la vida. Los vecinos de la partida Soberana, un reducto de la arquitectura rural de la Marina Alta (se conservan intactas casas centenarias con riuraus y naies), se han rebelado contra la avenida que se les viene encima. Mide 14 metros de ancho y su trazado coincidiría con el estrecho camino de la Soberana, encajado en muros de piedra en seco en los que han crecido poderosos algarrobos. Abrir la avenida, de dos carriles, con carril bici y amplias aceras, significa tirar los muros y arramblar con los árboles.

Casas al suelo

La nueva vía obliga a demoler totalmente dos antiguas casas, la dels Llidó y la del Prohom. Otras tres, la dels Sendra, els Ribes y el Blanco, se derribarían en parte. La parte sur del camino quedaría como suelo urbano, lo que, según los vecinos, significa acabar con la tipología de las casitas tradicionales.

La Soberana es un milagro. Su trama de viviendas con jardines y huertos se mantiene prácticamente igual que hace un siglo.

La concejala de Urbanismo, Isabel Bolufer, asegura que la avenida se ha grafiado como una «reserva de suelo», pero eso no significa que, finalmente, se lleve adelante. Eso sí, incide en que cumpliría la función de liberar de coches el Carrer Roques, que atraviesa de norte a sur el casco antiguo.