En abril de este año el Ministerio de Fomento adjudicó de nuevo las obras de la variante de la N-332. Ya lo hizo pero la empresa adjudicataria fue a la quiebra. Con ella los deseos y anhelos de los vecinos de Benissa para olvidarse de los más de 12.000 coches que pasan diariamente por la travesía, uno de los puntos negros de la carretera de titularidad pública.

Pasaron cuatro largos años de la pasada legislatura en los que los vecinos de Benissa y los responsables políticos veían cómo la crisis impedía retomar el proyecto de ejecución. En las cabezas de todos resonaban las palabras del exembajador de España en Inglaterra y exdiputado del PP, Federico Trillo, cuando en la campaña de 2011 dijo en Benissa que el gobierno de Rajoy terminaría la obra.

El impulso definitivo lo dio el Ministerio de Fomento el año pasado cuando retomó el proyecto. Ya había pasado la crisis y volvió a sacarlo a concurso.

Ahora, la empresa OHL deberá ejecutar la obra en 32 meses y su coste será de 21 millones de euros.

La actuación tiene por objeto la construcción de una variante de la carretera N-332 que evite el paso del tráfico de largo y medio recorrido por la actual travesía urbana de Benissa. Comienza en el kilómetro 175,2 de la carretera N-332 y rodea Benissa por el norte para volver a enlazar con la antigua N-332 en el kilómetro 179,7.

La variante se ha proyectado como una carretera convencional de 4,5 km, esto es, con un carril por sentido y carriles adicionales para vehículos lentos en los tramos en los que se requiere.

Se construirán 19 estructuras: 10 muros, 2 obras de drenaje, 3 pasos inferiores y 4 pasos superiores, así como medidas de integración paisajística como de la obra, también se ejecutará la instalación de 2.790 metros de barrera acústica.

Desembarco del Gobierno

Ante el reinicio de las obras el Gobierno central se lo ha tomado en serio. El acto oficial se celebrará el lunes y contará con una comitiva encabezada por la vicepresidenta Soraya Saénz de Santamaría. Junto a ella estarán el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, y el delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues.

Esta será la primera visita de la vicepresidenta del Gobierno a la comarca de la Marina Alta, pero también del actual ministro de Fomento. Su predecesor en el cargo realizó varias visitas la pasada legislatura.

Ambos tendrán la oportunidad de comprobar el aislamiento y será un buen momento para que demuestren el compromiso del Gobierno con el final del peaje en la autopista AP-7 o con el Tren de la Costa en sus dos partes: la conexión de Cercanías de Gandia y Dénia y la conectividad de la Marina Alta con Alicante con un tren que vaya más rápido que el trenet de FGV.