Sorprender a un rorcual (el segundo animal más grande del planeta tras la ballena azul) emergiendo del mar y dando un salto resulta alucinante. Nicolás de la Iglesia captó el sábado por la tarde a un rorcual frente al cabo de Sant Antoni, en aguas de Dénia, dibujando «impresionantes» piruetas. Parece increíble que un mamífero con semejante corpachón salte con tanta elegancia. «Nos desviamos a babor y bajamos máquina para darle espacio y no perturbar a la ballena», relató ayer Nicolás. «El primer salto nos sorprendió. Pero luego ya pudimos tomar fotografías y la vimos alejarse hacia el cabo».