La sede de Solmar, una empresa de Xàbia que lideró en los años 90 y principios del 2000 el sector del alquiler de coches, ha acabado reducida a cascotes. Desde el lunes, numerosos operarios están demoliendo la nave central de esta compañía de rent a car fundada en 1993 por Antonio Hernández, quien en 2010 la traspasó a la firma Auriga-Crown, de Salvador Gabaldón. A partir de entonces, Solmar, que en 2013 se declaró en concurso de acreedores, fue cambiando de manos. Al entrar en liquidación, la compró la familia Sala, quien entonces trató de diversificar sus negocios de concesionarios de coches con el rent a car. Al frente de la misma estuvo Miguel López, quien

El empresario rebautizó la empresa de Xàbia como Solmar Selec. Pero no logró reflotarla. En 2014, perdió 1,3 millones y, en 2015, 784.573 euros. Además, la empresa, con su antigua denominación de Sol Mar Alquiler de Vehículos, S. L., figuraba en la última lista de morosos hecha pública por Hacienda. Debía a la Agencia Tributaria 10,69 millones.

De la gran sede central de esta firma, que llegó a tener sucursales en casi todos los aeropuertos de España, quedan hierros y escombros. Solmar, eso sí, sigue operando en Xàbia, ya que se ha trasladado a una nave más pequeña y modesta en frente de la antigua.