El susto fue de aúpa. Un coche se estrelló ayer, cinco minutos antes de las 14 horas, contra la valla perimetral del colegio público Manuel Bru de Benissa. El conductor, que iba con su pareja al centro a recoger al hijo de ella, se sintió de repente indispuesto, se mareó y perdió el control del flamante vehículo de alta gama. El coche derribó un tramo de cerramiento y se precipitó a un pasillo lateral de la escuela. Quedó totalmente encajonado entre el muro y el edificio donde están los despachos de dirección y la sala de profesores. «Los maestros han escuchado un fuerte estruendo», explicó ayer la directora del Manuel Bru, Mari Carmen Mestre. «No, no ha habido caos, dado que los alumnos estaban todavía en las aulas».

El accidente ocurrió poco antes de que se formaran las filas en el patio para que los padres recogieran a sus hijos. El pasillo donde se precipitó el coche está abierto a los alumnos, pero no es una zona por la que pasen mucho. Cuando el coche irrumpió en la escuela faltaban cinco minutos para que acabaran las clases (aquí hay jornada continua).

En estado de shock

Los profesores y la propia directora ayudaron a los dos ocupantes del vehículo a salir. «Ella estaba en estado de shock. Le he preguntado si había alguien más, ya que no se veía el asiento del conductor», indicó Mestre. A la mujer la sacaron por la ventanilla y luego la entraron en el edificio por la ventana de uno de los despachos. Al principio, el hombre, de algo más de 40 años, no respondía. Ambos son rusos; ella sí habla español, pero él no. Los maestros lo ayudaron también a salir por la ventanilla. Sangraba de un codo (sufrió rasguños) y seguía aturdido. Dio negativo en la prueba de alcoholemia. Una ambulancia lo trasladó al hospital de Dénia. Recibió en seguida el alta.

La policía local llegó en seguida. La madre no daba crédito a lo que les había pasado. Le contó a los agentes que si ve algo así en internet no se lo hubiera creído. Por suerte, todo quedó en un tremendo susto.