El niño de 3 años que el pasado miércoles cayó a la piscina del chalé de la partida Galeretes de Dénia en el que vivía con sus padres falleció ayer en el hospital Clínico de València. Llevaba ingresado en la UCI pediátrica de este centro sanitario desde ese mismo miércoles.

El accidente ocurrió a mediodía. Fueron los propios padres, de nacionalidad británica, los que sacaron al pequeño, su único hijo, del agua. Se descuidaron apenas un momento. Avisaron al 112. Primero acudió al chalé de la calle Betlems, en la falda del Montgó, que es donde está la vivienda, una patrulla de la Policía Local de Dénia. El padre intentaba hacerle el masaje cardiaco al menor.

Los agentes llevaban en el coche un desfibrilador y su actuación fue fundamental. El niño estaba sin pulso. Había tragado mucha agua. Los policías lograron que el corazón le volviera a latir. Llegó en seguida un equipo médico del SAMU. Le practicó maniobras de reanimación avanzada.

El niño recuperó las constantes vitales, aunque su pulso seguía siendo muy débil. Fue trasladado al hospital de Marina Salud de Dénia en estado grave. Los médicos, dado que en la Marina Alta no hay UCI pediátrica, decidieron a media tarde trasladar al pequeño en ambulancia al hospital Clínico de València. Iba intubado. Estaba muy grave, aunque permanecía estable.

Había esperanzas de que sobreviviera, pero las lesiones han resultado al final irreversibles. El pequeño falleció ayer.

Las últimas semanas han sido trágicas en cuanto a accidentes de menores en piscinas. El pasado 22 de abril un niño también de 3 años murió tras caer en la piscina de un chalé en Chiva. Los servicios sanitarios del SAMU lograron recuperarle las constantes vitales tras reanimarlo durante una hora, pero falleció al poco de ingresar en el hospital la Fe de València. Mientras, una niña de 4 años se ahogó la pasada semana en la piscina municipal de Ripoll (Girona) y un pequeño de 3 años murió tras caer a la piscina de una urbanización en Málaga.