El delegado de Gobierno en la Comunidad Valenciana, Juan Carlos Moragues, valoró ayer la decisión del Consejo de Ministros de aprobar ayudas para regenerar las zonas afectadas en el incendio de Xàbia y Benitatxell (150.000) que tuvo lugar el verano pasado. «La Granadella tiene un gran valor no sólo ambiental sino también turístico y vamos a dedicar todos nuestros esfuerzos para recuperarla». Ambas localidades sufrieron temporales torrenciales en un área afectada previamente por un incendio forestal, que se inició el 4 de septiembre de 2016, manteniéndose activo hasta su extinción el 11 de septiembre, con una superficie quemada de 811 hectáreas, de las cuales 689 eran forestales. Una zona, cubierta principalmente por pino carrasco y matorral calcícola, incluida en el lugar de importancia comunitaria (LIC) y la zona de especial protección para las aves (ZEPA), Penyasegats de la Marina.

Además de la pérdida intrínseca del valor ecológico y económico, destaca la eliminación de la función protectora de la vegetación original, lo que da lugar al desencadenamiento o aceleración de procesos de erosión.