La dirección general de Sostenibilidad de la Costa y el Mar, que depende del ministerio de Medio Ambiente, se ha propuesto meter ahora en vereda el hiperurbanizado litoral de Calp. Ha iniciado un nuevo deslinde (está en fase de alegaciones) de los 13,3 kilómetros de la costa calpina. Y afecta a miles de propietarios. La línea de servidumbre de protección se abre paso entre (y sobre) chalés y torres de apartamentos. En la costa de la Calalga, el Borumbot, Toix, en la playa del Arenal y en el recodo de la Fossa y el Penyal d'Ifac, viviendas enteras quedan dentro de la servidumbre. Los propietarios no pierden sus chalés, ni deben temer que la piqueta los eche abajo. Pero sí se ven limitados a la hora de hacer obras o vender sus casas. Costas quiere recuperar el terreno perdido en un litoral tomado por la construcción.

La dimensión del deslinde se aprecia en los planos que ahora están en exposición pública. A primera vista, destacan las piscinas que se quedan dentro de la nueva delimitación marítimo-terrestre. Unas cuarenta están afectadas por la servidumbre de protección.

La línea pasa por encima de unos 120 chalés y urbanizaciones. El bloque de apartamentos de Balcón al Mar, colgado del acantilado del Borumbot, queda casi entero dentro de un deslinde que, unos metros más al sur, parte en dos el Xanadú y el Anfiteatro y le da un mordisco a un extremo de la Muralla Roja. Estos tres últimos edificios los diseñó Ricardo Bofill y revelan el propósito, abandonado pronto, de imprimir valor arquitectónico al urbanismo turístico de Calp.

El deslinde también toca unas 70 torres de apartamentos de las playas del Arenal y la Fossa. La mitad de algunas de estas fincas caen en el lado costero protegido.

La Asociación Europea de Perjudicados por la Ley de Costas ya vaticina que esta nueva delimitación marítimo-terrestre va a provocar una ola de rechazo. Su presidenta, Carmen del Amo, aseguró ayer que «va a generar una conflictividad social que era del todo innecesaria después de tantos años de inactividad de Costas». Dijo que este deslinde va a contracorriente, ya que para la Unión Europea «la vivienda es un derecho fundamental protegidísimo».

Confirmó que, al examinar los planos, se observa que hay «miles y miles de propiedades que están en servidumbre de protección». «Significa que se sacan todos los edificios de ordenación», aseveró. La duda, precisó, radica en saber si las torres de apartamentos y urbanizaciones partidos por la línea quedan enteros en el deslinde (unidad predial) o sólo se ve afectado el trozo que queda en la servidumbre de protección.