Los primeros meses fueron durísimos. Los padres de Olaya, la bebé de Xàbia con los huesos de cristal, se enfrentaban a una enfermedad rara, la osteogénesis imperfecta, de la que no sabían nada. La pequeña tiene ahora 9 meses. A su madre, Laura Goberna, de 25 años, se la ve fuerte. El tratamiento de panidronato que sigue la niña en el hospital universitario de Getafe, el de referencia en la osteogénesis imperfecta, le fortalece sus frágiles huesos, le corrige incluso deformaciones que sufría en las piernas. La evolución de Olaya inyecta esperanza en sus padres.

«Sí, somos optimistas. Olaya va a cumplir ahora seis meses sin fracturas. Está mejorando mucho», explicó ayer su madre. Laura, al principio, incluso tenía miedo de coger en brazos a su hija. Durante la gestación, la pequeña se rompió el fémur al menos dos veces. Luego, en sus primeras semanas de vida, padeció varias fracturas. Era normal que sus padres temieran quebrarle algún hueso. Su madre se pasaba horas para vestirla. Lo hacía con extrema delicadeza. «Ya no tengo ningún miedo a cogerla. Mi madre también se atreve a cogerla en brazos», indicó Laura. «Los médicos están muy contentos. En las últimas radiografías, se ve cómo sus huesecitos están más fuertes».

Pero las preocupaciones no acaban. Ahora Laura está muy pendiente de cómo le salen los dientes a su pequeña. Además, le tiene que comprar un casco para evitar deformaciones en la cabeza. Con la osteogénesis imperfecta nunca se puede bajar la guardia.Los padres han perdido la cuenta de los viajes que han hecho ya al hospital de Getafe. «Estamos muy contentos de cómo la están tratando».