La playa del Blay Beach de Dénia pasa de un extremo a otro. Hace dos semanas, este tramo del litoral de les Marines no conservaba ni pizca de arena. Los temporales de diciembre y enero se la tragaron. Ahora la tiene a montañas. Los turistas se frotarán los ojos cuando descubran el nuevo perfil de esta playa. Es de montículos, de dunas artificiales. Los sedimentos aportados por el Servicio Provincial de Costas, 8.000 metros cúbicos extraídos de Els Molins, forman montañitas. Los camiones descargaron la arena y se ha quedado acopiada. Costas, eso sí, ha allanado la orilla para que los turistas y bañistas puedan pasear. También se ha dejado un estrecho pasillo en las casas de primera línea. Pero el ancho de la playa son montones de arena. De ese ondulante perfil ya disfrutaban ayer los chavales, que corrían arriba y abajo. Algún bañista también buscó la intimidad de la hondonada.

Esta nueva playa de montículos tiene, eso sí, su explicación. Costas ha dividido en dos fases la regeneración de este litoral. La primera ha consistido en acopiar los sedimentos. No se han extendido porque el primer temporal se los tragaría. Este tramo, que sufre una fuerte regresión, desaparecería antes del verano. De ahí que se haya dejado para mayo la segunda fase, la de repartir la arena.

El temporal de enero destrozó el temporal de la Marina Alta. Parecía un milagro que las playas estuvieran listas para Semana Santa. Pero Costas y los ayuntamientos se han puesto las pilas. El consistorio de Dénia ha retirado mil toneladas de canto rodado que el mar empujó tierra adentro en les Rotes y que taponaban el barranco de la Raconà. Mientras, la barrera de Posidonia oceanica que se dejó en la Marineta Cassiana ha frenado la erosión de los temporales. Más que eso. Tras retirarse 3.300 toneladas de restos de posidonia, la playa ha ganado diez metros de ancho (ha aumentado de 20 a 30 metros). El ayuntamiento también ha retirado 150 toneladas de cañas de les Deveses y Els Molins.