Los viejos chalés no se avienen bien con las nuevas tendencias arquitectónicas. Sobre todo si sus propietarios los construyeron con un gusto un pelín excéntrico. El urbanismo turístico de segundas residencias guarda construcciones que de puro kitsch se han convertido en emblemáticas.

En Xàbia, en el acantilado de la Llobatera (está entre las calas del Francés y de la Sardinera), se alzaba hasta hace nada una falsa iglesia románica. Era un chalé construido en los años 80. Desde lejos, daba el pego. Tenía torre, logias y hasta mosaicos. Todo era espurio. No había nada de antiguo en esa casa de estilo monacal.

La parcela donde estaba el falso templo tiene desde hace menos de un año nuevo propietario. Eligió una atalaya privilegiada. Domina toda la bahía de Xàbia y se asoma también a la cala de la Sardinera y el Cap Prim. Se accede por el Carrer l'Illa, foco de la nueva arquitectura residencial de vanguardia. A pocos metros, queda la Casa Sardinera, diseñada por el arquitecto valenciano Ramón Esteve y galardonada en China con el Best Residential Architecture Design Award.

La parcela del chalé con traza de iglesia tiene 21.457 metros cuadrados. Es, por tanto, enorme. El nuevo propietario realizó el pasado mes de junio una tala por la que el Ayuntamiento de Xàbia le abrió expediente. Pero ha repoblado el terreno con árboles del mismo porte que los que cortó. El consistorio, según ha indicado la concejala de Urbanismo, Isabel Bolufer, ya ha cerrado el expediente. Luego, el dueño pidió una licencia para demoler los cuatro «volúmenes» que existían en la parcela, entre ellos el chalé y la vivienda de los caseros. El ayuntamiento dio el visto bueno y la iglesia apócrifa ya es historia.

La edil de Urbanismo explicó a este diario que la arquitecta y el arqueólogo municipal inspeccionaron las construcciones y concluyeron que no tenían ningún valor patrimonial.

El propietario también ha presentado un Programa de Actuación Integrada (PAI). El suelo es urbano extensivo pendiente de desarrollo, lo que significa que no tiene la condición de solar (no cuenta con infraestructuras urbanísticas básicas como el alcantarillado).

El dueño quiere construirse en esta privilegiada atalaya un chalé que, en la estela de los que se han levantado en los últimos dos años en la próxima cala de la Sardinera, será espectacular. El arquitecto que lo diseñará, según ha podido saber este diario, será también Ramón Esteve.

Ya no tiene mucho sentido decir que no quedan parcelas libres en los acantilados de Xàbia. Los nuevos proyectos siempre desmienten esa creencia. Si no hay sitio, se hace. Esta casa con traza de iglesia no es ni la primera ni la última que se tira para levantar un chalé de lujo de arquitectura de vanguardia.