Santiago y su hija Vanessa paseaban ayer con su perro por la base del Penyal d'Ifac en Calp. Su mascota empezó a ladrar para avisar a sus dueños de que había encontrado algo en la cala del Racó. Cuando padre y hija se acercaron, hallaron un tremendo tiburón de tres metros. El escualo estaba muerto. Llevaba atado un cabo de un barco de pesca, lo que significa que algún pesquero lo arrojó al mar tras capturarlo por accidente. Es más grande que el que atrapó el lunes el Cap Prim Segon.