A los plenos de Benissa, se llega sin resuello. Y eso quien puede subir los 38 escalones que separan la calle del debate político. Se celebran desde siempre en el tercer piso de la casa consistorial. No hay ascensor. La escalera de este inmueble decimonónico es de esas que se estilaban antes, con barandilla de hierro y empinados peldaños.

El nuevo gobierno de Benissa, de Reiniciem, PSPV y Compromís, está decidido a bajar la política a ras de calle. Reiniciem, el partido del alcalde, Abel Cardona, llevó al pleno del martes la propuesta de redactar un plan de movilidad. Salió adelante por unanimidad. Una de las medidas es, precisamente, hacer accesibles las sesiones plenarias, descolgarlas del tercer piso. El debate político se trasladará al nuevo Espai Cultural de las Casas de la Puríssima. Su salón de actos está a pie de calle. Tiene más aforo que el del ayuntamiento. Las personas con diversidad funcional podrán, por fin, asistir a los plenos. Subir los 38 escalones también se les hacía cuesta arriba a los ancianos del municipio.

Sin embargo, la cosa no es tan fácil. Teulada, cuando en el anterior mandato quiso hacer cada seis meses un pleno en el núcleo de Moraira, se topó con la negativa de la Subdelegación del Gobierno. La Ley de Régimen Local no permite que los plenos municipales sean itinerantes. Sagunt, que estableció también dos sedes plenarias (el ayuntamiento y un centro cívico), chocó con el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana y con el Tribunal Supremo.

Preguntado ayer por este diario, el alcalde de Benissa se mostró confiado en que la Subdelegación del Gobierno sopese las circunstancias especiales de un edificio consistorial que está repleto de barreras arquitectónicas. Trasladar los plenos a un espacio accesible es básico para garantizar la igualdad de todos los vecinos. Es imposible que una persona en silla de ruedas, por mucho que puedan ayudarle otros vecinos, logre subir las escaleras del ayuntamiento.

El plan de movilidad es, además, muy ambicioso. El gobierno local se pone plazos. Quiere que ya en diciembre de 2017 Benissa sea un pueblo sin obstáculos. En la piscina, se habilitarán plazas adaptadas y se instalará un ascensor. Las calas se dotarán de baño adaptado. Los semáforos tendrán dispositivos sonoros. Además, el ayuntamiento efectuará un censo de plazas de aparcamiento adaptado y de las aceras que todavía no tienen rampa.

El gobierno local también se reunirá con personas con discapacidad para saber qué barreras se encuentran en su día a día. Un pueblo tan inclinado como Benissa tiene mucho trabajo que hacer en movilidad. Pero algo se mueve ya.