Un viaje relámpago. María José Torres, Brenda Kelleher y el tercer hijo de ambas, Lennon, que nació el pasado mes de julio, llegaron a Madrid el domingo por la tarde y ayer, a las 19 horas, cogían el AVE de regreso. Entretanto, presentaron en la Dirección General de Registros y Notariado, que depende del Ministerio de Justicia, 101.200 firmas. Estas mujeres, que contrajeron matrimonio en 2007, exigen con esa avalancha de firmas que el Registro Civil de Dénia inscriba a Lennon con ambas como madres. El juez, avalado por el fiscal, solo registró como mamá a la gestante, Brenda. Para acceder a que ambas figuraran como madres, les exigió que aportaran el certificado de inseminación de la clínica de reproducción asistida. María José insistió ayer en Madrid en que para inscribir a sus dos primeros hijos (entonces vivían en Atzaneta del Maestrat y ahora residen en Benidoleig) «no nos pidieron ningún papel extra».

La negativa del juez de Dénia no es, sin embargo, algo extraordinario. Los registros solicitan ese documento a las parejas de mujeres mientras que no lo hacen con las heterosexuales. «Lo que estamos pidiendo es que nos traten igual que a una pareja heterosexual», indicó ayer Brenda.

La Generalitat, no obstante, sí que ha reconocido que estas dos madres y sus tres hijos forman una familia. Les ha concedido el título de familia numerosa. En cambio, el registro de Dénia les abocó a tener dos libros de familia: en uno están las dos mamás con sus dos primeros hijos y, en el otro, Brenda con Lennon.

«Hay una incongruencia aquí: por un lado, Lennon legalmente no es mi hijo y, por otro, la administración sí que nos está viendo como familia, como nos ven todos los vecinos, amigos y toda la gente que nos está apoyando», advirtió María José.

Estas dos mujeres contaron ayer con el apoyo de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales. Brenda agradeció el cariño que están recibiendo. Indicó que ya han conseguido que el pequeño Lennon tenga tarjeta sanitaria. Al figurar sólo ella como madre y ser irlandesa, el pequeño necesitaba el NIE y el pasaporte de Irlanda, pero este país tampoco reconocía a las dos mamás. «Lo del SIP se ha arreglado muy rápido», apuntó Brenda.