Los cerdos vietnamitas campan a sus anchas por el Saladar de Xàbia, un paraje que está rodeado de chalés y muy próximo a la turística playa del Arenal. Este diario localizó ayer una piara de unos 30 animales. No se asustan. Se acercan a los vecinos y a las casas. Son dóciles, pero su elevado número sorprende. Han proliferado hasta convertirse en plaga. Los vecinos afirman que han llegado a ver hasta a cuarenta de estos animales que hace unos años se compraban como mascotas. Algunos propietarios soltaban a los cerdos cuando se hacían adultos y enormes. En el Saladar se ven ejemplares de considerable tamaño y a numerosísimas crías.

La protectora RAMA (Rescate Animal Marina Alta) ha dado la voz de alarma ante la plaga de cerdos vietnamitas. Pide que se capturen y se entreguen a refugios de animales.

La presencia salvaje de estos animales puede provocar alteraciones de fauna. Si se cruzan con jabalíes nacen los híbridos cerdolíes, una especie que hereda lo peor de sus padres. Los cerdolíes son agresivos como los jabalíes y comen todo lo que encuentran a su paso como los puercos asiáticos.

La plaga del Saladar comenzó cuando a un residente de avanzada edad, que vive aquí en condiciones que rozan la insalubridad y cría conejos y gallinas, se le escaparon los primeros. Aseguró que se fugaron por una rendija de su cercado. A partir de ahí, empezaron a reproducirse sin freno.

Los agentes medioambientales de la conselleria, el Ayuntamiento de Xàbia y la Policía Local saben de la presencia de estos animales. RAMA advierte de que si su número sigue aumentando, al final, se convertirán en un peligro, ya que pueden salir a la carretera del Cap de la Nau y provocar accidentes. La protectora también asegura que estos animales han empezado a colarse en las casas en busca de comida. Más de un vecino se ha asustado al escucharlos por la noche gruñir y merodear cerca de su vivienda.

Tímidos, desde luego, no son. Ayer escarbaban en la ahora húmeda tierra del Saladar en busca de comida. Numerosos vecinos pasean con sus perros por este paraje, una antigua zona húmeda. Los cerdos vietnamitas están acostumbrados a los humanos. No son, por tanto, esquivos ni difíciles de capturar. A las crías, se las puede atrapar con jaulas. El problema de los ejemplares adultos es que tienen un tamaño considerable y pesan lo suyo.