El arqueólogo de Dénia Josep Ahuir acaba de regresar de Ecuador, donde, junto a la directora del Museo de Ciencias Naturales de Valencia, Margarita Belinchón, ha desarrollado un proyecto de optimización del riquísimo patrimonio de Hatun Cañar. Ambos han recorrido de punta a punta la Mancomunidad Cañari y sus cantones de Cañar, Biblián, El Tambo y Suscal. Han estado allí un mes. Los envió el Fons Valencià per a la Solidaritat.

Ahuir ha relatado su experiencia en el blog «fent les amèriques». La riqueza patrimonial cañari es abrumadora. El arqueólogo y gestor cultural no ha tenido ni tiempo de descansar y da la impresión de que se volvería a Ecuador ya mismo. En Dénia, queda con la técnico de turismo de Benissa Loli Vicens, quien en 2013 estuvo en los pueblos cañaris desarrollando un plan de dinamización turística. Ahora Ahuir y Belinchón han llevado a cabo un diagnóstico de los recursos culturales para potenciar los museos y yacimientos de esta mancomunidad.

«El Fons está ayudando a poner en valor todo ese patrimonio», subraya el arqueólogo, que afirma que la experiencia de la Marina Alta, su modelo, es perfectamente exportable. «Tienen el yacimiento de Ingapirca, que es de los más importantes de Ecuador. Recibe muchas visitas, pero nuestro objetivo es dinamizar toda la zona y que ese recurso arqueológico tenga el complemento del alojamiento, la gastronomía y el folclore», indicó Ahuir.

El arqueólogo trasladó una idea que ha calado con fuerza aquí. En la Mancomunidad Cañari perdura a duras penas la lengua kichwa. «Les comenté que podrían hacer una "trobada d´escoles" de kichwa y les pareció una idea excelente».

El Fons también está impulsando la creación de cooperativas de mujeres indígenas. En una de ellas se fabrican los famosos sombreros Panamá.