El segundo instituto de Calp ya está un poco más cerca. El gobierno local del PP ha corregido sobre la marcha. En el anterior mandato, cuando los populares también mandaban en el Consell, cedió una parcela de 9.365 metros cuadrados de la avenida de Rumanía (está en el sector del Saladar) para que allí se construyera un CIS (Centro de Iniciativa Social), es decir, un colegio concertado. Sin embargo, aquella fórmula de la conselleria de Educación de la popular María José Catalá de ceder suelo público a empresas privadas a cambio de garantizarles el concierto educativo durante 75 años acabó en fiasco. En el pleno de ayer en Calp, el equipo de gobierno de PP e independientes y la oposición cambiaron esa cesión, que ya no es para levantar un CIS, sino un instituto.

La oposición (PSPV, Compromís y Sí se Puede Calp) celebró que, por fin, se dé el primer paso para hacer realidad una reivindicación histórica, la del segundo IES. El actual, el instituto Ifac, está masificado. «Es muy buena noticia. Celebramos el cambio del modelo educativo», subrayó el edil de Compromís, Carlos Ortín. Reveló además que el director general de Política Educativa, Jaume Fullana, quien conoce las necesidades educativas de Calp, pues fue director del colegio Gabriel Miró, envió al ayuntamiento el pasado 14 de octubre una carta en la que pedía que se cambiara el uso del terreno y ahora fuera para un nuevo instituto.

El portavoz del PSPV, Santos Pastor, lamentó que el consistorio «haya perdido un tiempo precioso con proyectos que no iban a ningún sitio», en referencia al CIS.

El alcalde, César Sánchez, del PP, quien en el anterior mandato defendió que Calp tuviera un colegio concertado, afirmó ayer que el gobierno local le va a dar «un voto de confianza al Consell», así como «todo tipo de facilidades» para acelerar las obras del segundo instituto. Su socio, Pedro Jaime Fernández, de Gent de Calp, se mostró más escéptico. Criticó que en el presupuesto del próximo año la conselleria de Educación no incluya partida para el proyecto.

La cesión de la parcela del Saladar a la Generalitat tiene plazo de caducidad. Volverá a ser del ayuntamiento si en tres años no se inician las obras. La oposición lamentó esta cláusula. De hecho, en el pleno de ayer, se aprobó que el consistorio recupere el suelo que cedió en 2003 a la conselleria de Sanidad para ampliar el centro de salud. En 13 años, no se ha hecho nada.

El munícipe también reveló que ya está decidido el uso de la masía del siglo XVI de la Casa Nova. Cuando se restauró hace años, debía ser sede universitaria. La cosa no cuajó. Incluso se planteó convertir la masía en casino. Sánchez dijo en el pleno que acogerá dos ciclos de formación profesional, uno de hostelería y otro de jardinería.