«Todo ha sido muy rápido. Cuando la mujer ha llegado, la cabeza de la primera niña ya estaba coronando. Y la segunda también ha nacido enseguida», explicó ayer la matrona Ana Vico, quien, junto a las pediatras Mónica Bonora y Silvana Pintos, asistió en el centro de salud de Xàbia un parto de riesgo que se resolvió en un periquete. Las tres doctoras casi ni tuvieron tiempo para pensar. Sobre las 8.20 horas, llegó a las urgencias de este ambulatorio una ambulancia del SAMU con una madre primeriza británica que estaba ya en pleno parto.

La mujer, indicó Ana Vico, ya presentaba en la ambulancia contracciones cada minuto y medio. Los sanitarios del SAMU vieron que no llegaban al hospital de Dénia. Y al centro de salud arribaron por los pelos.

«La mujer entró gritando y con la sudoración propia de estar de parto», apuntó la matrona. «Cuando la descubrí para tastarla, la cabeza de la primera niña ya estaba coronando. El alumbramiento fue muy rápido. Nació sobre las 8.27 horas y su hermana apenas dos o tres minutos después. Son muy chiquitinas».

El parto no presentó ninguna complicación. No obstante, era de riesgo por dos factores. Todos los gemelares lo son. Y, además, las niñas vinieron al mundo con muchísimo adelanto. La madre las ha tenido en el vientre durante 26 semanas cuando lo normal es que la gestación dure entre 37 y 40 semanas. Son «seismesinas». En condiciones normales, la mujer habría dado a luz en un quirófano. Pero no lo hizo ni siquiera en la unidad de obstetricia del hospital de Dénia. No dio tiempo. En el centro de salud de Xàbia solo recuerdan un precedente de una mujer que parió allí. Y fue un parto normal.

«El parto en sí no nos ha puesto nerviosas. Pero era gemelar y prematuro», advirtió la comadrona. Mientras ella asistía a la mujer, cada una de las pediatras se hacía cargo de una de las niñas. La primera vino al mundo con buena coloración y respiró de manera espontánea. La segunda estaba más pálida. Pesaron 800 y 700 gramos.

Las pediatras se las acurrucaron a su pecho para trasmitirles su calor corporal. Y así subieron a la ambulancia, donde los sanitarios pusieron la calefacción a tope. Las dos doctoras no se separaron de las bebés hasta que llegaron al hospital de Dénia. La madre, que estaba estable, fue en otra ambulancia.

En el hospital, a las bebés las intubaron. Al ser prematuras necesitan ayuda para respirar. Ayer mismo fueron trasladadas al Hospital General de Alicante, ya que el de Dénia no tiene unidad de neonatos.