Los pequeños festeros de Calp, llamados a heredar los Moros y Cristianos de la villa, ofrecieron ayer su propio grandioso desfile, en el que derrocharon desparpajo y arte. Abrió el paso la Abanderada, Lourdes Molina, y tras ella, todas las tropas cristianas de las cinco filaes cristianas. Cerraba el paso el Alférez cristiano, Jaime Baydal, ayer, capitán de los ejércitos cristianos. Tras él, la amenaza mora dispuesta a conquistar Calp. Los ejércitos de la media luna en sus seis comparsas moras entraban amenazantes por la avenida de Gabriel Miró. Espléndidos y dispuestos a dar batalla desplegaron todo su poder seguidos de su capitán Josemi Ortiz. Un desfile magistral por parte de los festeros más jóvenes que fue el preludio del Miracle, donde el destino de Calp quedó en manos del cielo.