Benissa es «Noble i Senyora» porque, en primer lugar, así lo proclama el lema de esta localidad de la Marina Alta. Y por último (por más reciente) porque ambas cualidades quedaron constatadas ayer con la concesión, por parte del ayuntamiento, del título de Hijo PredilectoHijo Predilecto a su convecino, el escritor Bernat Capó. «Por su extensa y brillante trayectoria profesional, su implicación cultural y la fidelidad personal a Benissa como constante en su vida». Éstas son, y no pocas, las virtudes que la corporación municipal esgrimió para conceder a Capó el reconocimiento en una ceremonia que tuvo lugar en el Centre d'Art Taller d'Ivars.
Pero el tributo no se circunscribió a un acto entre cuatro paredes. Al igual que su obra es, en gran parte, una reivindicación del poble como realización del individuo -y como vertebrador de un país-, el homenaje tuvo su prólogo en plena calle: en la Placeta Vella. Allí se descubrió -con el Monument al Riberer como un asistente más- una placa conmemorativa en la casa natal de Bernat Capó i Garcia. Justo enfrente de «la Cultural», la Casa de Cultura que contribuyera a levantar durante su etapa como concejal -en las tres primeras legislaturas democráticas- y que alberga la biblioteca que, más tarde, otra corporación decidió -por unanimidad- bautizar como Bernat Capó.
Seguidamente se procedió a la inauguración -también con la calle como sala de exposiciones- de la muestra fotográfica «Costumari Valencià», título homónimo de su célebre serie de libros, en la que ha ido desgranando otra de sus pasiones: la etnologia (esto es: los modos de vida, costumbres y tradiciones de esta sociedad). Unos metros más allá quedaba la Sede de la Universidad de Alicante, ubicada en la que fuera la casa de Pere Bigot, cuyas disparatadas aventuras en Estados Unidos atrapó Bernat -antes de que se le adelantara alguien, por ejemplo, Hollywood- entre las páginas de «De Berdica a Navayork». Y es que las narraciones inspiradas en la realidad, como periodista que es, son otra de las constantes en su producción, como la emotiva «On ets, Gigi?», leído pública y coralmente en la víspera, o la negrísima «La criminala».
Cerrando este preámbulo ambulante, la comitiva dirigió sus pasos hacia el Taller d'Ivars en lo que podría ser una alegoría de la literatura caponiana de viajes, como «Espigolant pel rostoll morisc», una crónica -escrita a mano y a pie- de las huellas moriscas en los pueblos y costumbres de la comarca (un acta social y paisajística como la que levantara Gabriel Miró de la provincia, o Cela de la Alcarria). «Terra de cireres» ampliaría esta experiencia a los valles de Gallinera, Ebo y Alcalà.
Pero a la postre fue la concesión del título de Hijo Predilecto lo que decantó las emociones del homenajeado y del auditorio en sí, cuando diversas intervenciones -del catedrático Tomás Llopis, los profesores Joan Borja y Josepa Caravaca, y sus sobrinos Bernardo Soliveres y José Orihuel, además de la del propio alcalde, Juan Bautista Roselló-, glosaron la figura de Capó, que mostró su gratitud y se negó a hablar de sí mismo: «Sería el colmo. Se m'han entaponat les orelles de tant de sentir Bernat Capó».
Fue el retrato en vivo y en directo de aquel a quien los asistentes conocían en carne y hueso sobradamente. Bien por ser representantes del IES Josep Iborra de Benissa -que propuso el nombramiento, avalado por entidades como Consell Valencià de Cultura, Universidad de Alicante, Acció Cultural del País Valencià, Edicions del Bullent y toda la corporación municipal- o bien por ser amigos y vecinos de Capó. Y lectores suyos, algunos desde la niñez, gracias a los cuentos infantiles -inspirados en la «terreta» y en su historia-, otro de los géneros que cultivó este «llaurador de la llengua». Y no sólo cultivó. También sembró, ya que ejerce de director de «Contes de Biblioteca», una colección que, año a año, ofrece a los niños benisseros un relato escrito por un autor de la localidad, y que fue merecedora de un premio Importante de INFORMACIÓN en 2013.
Y al cabo de decenas de obras caponianas, todas en prosa, resulta paradójico que sean unos célebres versos, los del poeta Vicent Andrés Estellés, los que trazan la mejor semblanza del alma de este homenot de la cultura valenciana:
«Assumiràs la veu d'un poble
i serà la veu del teu poble,
i seràs, per a sempre, poble».
